Cuando hablamos de una nave nos referimos a un espacio amplio y en muchas ocasiones abierto al exterior. Pese a ello, suele resultar imprescindible mantener una cierta temperatura interior para que los operarios se encuentren cómodos y puedan trabajar, e incluso para garantizar el correcto mantenimiento de la maquinaria y la mercancía. En ese punto entran en juego los sistemas de calefacción industrial.
Tipos de calefacción industrial
Calentar una nave industrial puede parecer una tarea hercúlea pero no imposible. A la hora de lograrlo aparecen una gran variedad de opciones que tienes que conocer para elegir la que más le convenga a tu espacio.
Generadores de aire caliente
Es un equipo autónomo que permite calentar cualquier espacio sin necesidad de un elemento disipador. Esto permite reducir los costes de instalación y compra. Pueden emplear una gran variedad de elementos combustibles, como el gasóleo o el gas natural.
El funcionamiento es bastante simple: absorben aire por los ventiladores para posteriormente expulsarlo en el espacio determinado. Aunque consiguen temperaturas agradables no suelen ser muy eficientes y les cuesta ejercer su labor cuanto más grande sea el espacio.
Pantallas cerámicas
Se trata de un sistema de calefacción que funciona con electricidad. Sitúa el calor en un único foco, por lo que no te resultará muy útil si cuentas con una nave amplia y diáfana. Pero si tu objetivo es calentar un solo espacio delimitado y de pequeñas dimensiones es tu solución.
Suelo radiante
Es ideal para pequeños espacios en los que se busca una temperatura media o baja. Mediante una red de tuberías instaladas bajo el suelo circula el agua a una alta temperatura que calienta los paneles. Para calentar el agua se pueden utilizar diferentes métodos, incluyendo las placas solares.
Tubo radiante a gas
Es la solución perfecta si estás buscando calentar grandes espacios y conseguir buenas temperaturas. Se trata de un sistema de combustión basado en emplear el gas caliente para distribuirlo por unos conductos que calientan los reflectores.
Permite crear una temperatura homogénea en todo el espacio y puede ser bastante elevada. Los reflectores se pueden instalar de manera sectorial o a lo largo de toda la nave, por lo que se podrán gestionar en función de las necesidades.
Este sistema permite obtener un ahorro energético de entorno al 70 % con respecto a otro tipo de calefacciones industriales. Gracias a ello podrás ahorrar costes desde el primer momento. Además, el calor se distribuye a través de infrarrojos y no se contamina la calidad del aire al contar con una salida de gases propia.
De las diferentes opciones existentes para calentar una nave industrial el tubo radiante de gas es la solución más eficiente para grandes espacios, incluso con las puertas de la nave abiertas y en invierno.